Marzo 10 NY en el blog de Carlos Alcorta
Hay libros que, dejando al margen la calidad intrínseca de su contenido -algo que este volumen se aprecia al instante-, son en sí mismos un objeto bello, atractivo, reclaman tu atención nada más verlos, te llaman en silencio desde la mesa o el estante, y éste es el caso del primer ejemplar de la nueva colección Abstracta, impulsada por la editorial Vaso Roto, un libro de artista en el que los poemas dialogan con los grabados en una simbiosis admirablemente construida, como pocas veces ocurre.
El libro, titulado Marzo 10, NY, está integrado por un poema dividido en diez fragmentos concisos e intensos de Jeannette L. Clariond, bien conocida en ambas orillas del Atlántico por su labor de editora y traductora y, fundamentalmente, por su acreditada obra como poeta, obra que ha sido objeto de numerosos reconocimientos, entre los que destacan el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta por su libro Desierta memoria (1992), el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde por Mujer dando la espalda (1996), el Premio de Poesía Gonzalo Rojas por Todo antes de la noche (2001). Ha obtenido además importantes becas y galardones por su labor como traductora, entre las que conviene destacar el Rocckefeller-CONACULTA o las becas Banff Center for the Arts y la Vermont Studio Center. Su último libro hasta la fecha, Cuaderno de Chihuahua, ciudad en la que nació, es una autobiografía que, a pesar del tono discursivo y testimonial más propenso a lo narrativo, está cargada de poesía. La memoria de la poeta no sólo revive su infancia, sus vivencias, sus experiencias no siempre gozosas, sus lecturas, su educación sentimental en la que se alternan la incomunicación y las contrariedades con la amistad y el amor fraternal, sino que rinde, al mismo tiempo, homenaje a esos expatriados que se vieron obligados a abandonar su país natal, Líbano en este caso, hogar de sus ancestros, territorio mitificado que engendra una sucesión de imágenes que pasan a formar parte de la memoria individual, para buscar un futuro del que carecían, en otras latitudes. El leitmotiv de Marzo 10, NY fue el comienzo de los bombardeos de llevaron a cabo las tropas norteamericanas sobre Bagdag, el 20 de marzo de 2013, un día, otro más, que sumar a la vergüenza y la infamia universal. «Una señal (un disparo) nos aleja de la Idea», escribe Jeannette L. Clariond, y es que cuando las armas repiquetean, poco espacio queda ya para el diálogo, para la reflexión. Los poemas de nuestra autora reflejan la insoslayable contradicción entre el curso natural de la existencia, que parece desarrollarse en una especie de universo paralelo, y la alteración que provoca una guerra sin cuartel, indiscriminada, que causa numerosas víctimas, ajenas a los designios de los dioses modernos, especulativos y crueles, que no poseen rasgo alguno de humanidad, como ocurría con los antiguos, déspotas y desalmados, pero con algunas virtudes, que los humanizan, en el sentido primordial de la palabra. El poema, y los fragmentos que lo componen, puede concebirse como un alegato de indignación contra una realidad impuesta por la fuerza, una realidad de la que la poeta toma conciencia, una realidad «que nuestras vidas no alcanza». Estamos hablando de una poesía esencialista, que refleja mediante analogías la inquietud, el vacío que provoca la ausencia, la indefensión, pero también el respeto al origen, la refutación de lo inevitable, la denuncia de la conspiración, la solidaridad y la ternura.
Víctor Ramírez, pintor nacido en Chillán Viejo (Chile), comenzó los estudios de Bellas Artes en su país de origen, aunque muy pronto emigró a España y se estableció en Barcelona (1975), ciudad en la cual ha desarrollado una consistente trayectoria artística. De su obra dice la crítica que «combina los elementos de la pintura, línea, color, luz y formas para ponerlas al servicio de una expresión individual y abierta donde prima la armonía y el ritmo de trazos y colores que a su vez resaltan estados anímicos y denotan la fusión de la cultura americana y la europea». Ha expuesto en incontables galerías, tanto de nuestro país, como fuera de nuestras frontera, en exposiciones individuales, como colectivas y su obra está representada en museos y colecciones europeas y americanas y ha sido objeto de publicaciones y estudios críticos. Los diez grabados que integran Marzo 10, NY, dialogan, como hemos apuntado más arriba, magistralmente con el poema de Jeannette L. Clariond, en un maridaje emocional perfectamente logrado. La abstracción de las formas y la tonalidad cromática, asentada fundamentalmente en colores fríos, plomizos, pesados, suavizado en algunos momentos por una gama de ocres que iluminan, que transparentan la imagen, contribuye a crear en el espectador, en el lector, esa sensación de que la imaginación, como sugería Lezama, es más real que la realidad. Las vías de aproximación a la barbarie de la poesía y de la pintura no son idénticos, los modos de decir son diferentes, pero la forma de interpretar el mundo, en el caso de Jeannette L. Clariond y de Víctor Ramírez, se han simultaneado, creando un objeto artístico inseparable. No cabe duda de que en Marzo 10, NY se hace más verdad que nunca la locución horaciana ut pictura poesis. Este hermoso volumen nos hace esperar con expectación las próximas ediciones de la recién nacida colección, a la que deseamos un largo y pródigo futuro.
CARLOS ALCORTA