Metafísica de bolsillo en el blog de Álvaro Valverde




Metafísica de bolsillo
, de Valentino Zeichen (Fiume, 1938), le ha permitido a uno descubrir a un poeta de primer orden. En algunas literaturas, como en cualquiera de las del sur de Europa, es difícil conocer a todos los poetas dignos de tal nombre gracias a obras no menos dignas de formar parte de las tradiciones de la poesía. La italiana entre ellas. Se agradece, pues, a la editorial Vaso Roto, que publica ese libro fundamental del fiumani residente en Roma, su presentación en España y en la América hispana.

La traducción, y esto es importante decirlo cuanto antes, está firmada por el excelente poeta argentino Pablo Anadón, lo que aporta a al empeño un plus de dignidad poética.

Zeichen, por lo demás, es un poeta cercano, sencillo pero hondo, divertido a ratos, al que le gusta jugar con las paradojas filosóficas y los descubrimientos científicos, ironizar sobre la política, el amor (y los amores) o la economía, ensayar aforismos agudos y epigramáticos (se nos recuerda que titulo uno de sus libros es Neomarziale, por nuestro Marcial) y, en fin, que escribe poemas que dejan al lector entre sorprendido y confirmado, por decirlo de alguna manera. Lo cotidiano como milagro, ya saben.

Muy curiosa resulta una de las partes del libro, "Dedicatorias", donde aparecen poemas destinados, por ejemplo, al poeta Mario Luzi, al filósofo Marramao y al ensayista y narrador Claudio Magris. En ellos se impone a veces, con según quién, el tono ácido del epigramista, como en el asignado a Vattimo.

La vida común y corriente, ya se indicó, es quien inspira estos versos que no le hacen ascos a temas tan habituales como los vídeos y las películas, las mujeres ("Una mirada involuntaria de ellas / suscita indomables / incendios amorosos"), la mafia ("Una mentalidad", estupendo poema), la guerra... No en vano la parte del volumen a la que pertenecen estos a los que aludo se titula "Páginas de diarios".
La que lo cierra, "Pequeña pinacoteca", se ocupa de distintos cuadros, de esos que suelen denominarse emblemáticos, como el "Guernica" de Picasso o "La Anunciación" de Leonardo da Vinci. El poema final versa sobre la fotografía: "Disparan los clics / del arma fotográfica / y quedamos de pronto asesinados / en la inmortalidad, / conservando intactos los semblantes. //...en ese instante / que nunca más seremos".


ÁLVARO VALVERDE